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El BIG DATA Y SU APLICACIÓN EN EL MEDIO AMBIENTE.

Como ya sabemos el big data es una gran base de almacenamiento de datos en la web, que a través de diversos procesos de almacenamiento y control informático, logra agrupar una serie de datos, que dan lugar a conjeturas con bases matemáticas y predictivas. Gracias a este sistema es que el uso del big data ha sido beneficioso a los largo de diversas temáticas de los ámbitos de nuestra vida. Uno de ellos y de gran importancia es por supuesto nuestro medio ambiente, que es pues claro el entorno donde convivimos. Su uso según mi investigación ha sido realmente alucinante. En primer lugar darme cuenta del real avance de la tecnología y su rápido avance me ha dejado boquiabierta más de una vez. Estamos sin duda en una era digital y pues yo, no lo había asimilado completamente. Cuando comencé mi investigación en un primer plano de todo lo que big data significaba fue realmente impresionante saber que la realidad virtual tiene un completo dominio de lo que nos sucede. Pero sin lugar a dudas, fue mucho más alucinante percatarme de las esferas que gobernaba y sobre las cuales su uso era de gran ayuda para nuestra realidad. En mi tema a elección el medio ambientes puede tomar conciencia de que la predicción y el uso mesurado de las energías como el diseño de redes sensoriales aplicadas al medio natural y al entorno forestal, como en aplicaciones para la prevención y detección de incendios, nos ha llevado a darnos cuenta de la importancia de generar una sólida base de medición y control inicial que aporte una información útil, organizada y coherente a los objetivos perseguidos. No se trata de medir por medir, sino de controlar lo que realmente necesitamos y de saber aprovechar los recursos de que se dispone, internos y externos. La experiencia en sectores como el de la explotación de redes de control de la calidad del aire ha permitido darnos cuenta del potencial que hay detrás de la minería de datos de grandes series históricas, más aún cuando las puedes cruzar con otras series de interés como las meteorológicas o las de control de tráfico. Hemos ido más allá del cálculo estadístico básico para comprobar el cumplimiento de valores límite, umbrales y objetivos, y hemos utilizado software de minería que nos ha permitido tener la posibilidad de estudiar evoluciones, hacer previsiones, analizar escenarios o incluso detectar fuentes de emisión cercanas.  Además de otras fuentes, utilizan los datos libres y abiertos del Servicio de Seguimiento de la Atmósfera, un conjunto complejo de sistemas que recopilan datos de múltiples vías, como satélites de observación de la tierra y sensores in situ como estaciones terrestres, sensores aéreos y marítimos. Procesa estos datos y proporciona a los usuarios información fiable y actualizada a través de un conjunto de servicios relacionados con cuestiones medioambientales y de seguridad. El medio ambiente, definiendo lo que para nosotros sería un sistema basado en el big data ambiental real, y las oportunidades y campos que se abren en este punto para la gestión ambiental clásica. En medio ambiente, como en la mayoría de los ámbitos profesionales, antes de actuar para llevar a cabo una mejora, cambio u optimización de cualquier área, lo que tenemos que hacer es caracterizarla.  Y la caracterización de cualquier área ambiental solo se puede conseguir, a su vez, conociendo los parámetros básicos que la definen, algo que fundamentalmente se alcanza midiéndolos. La medición se convierte así en un concepto vital para caracterizar cualquier situación de partida, planificar las actuaciones que correspondan y realizar el seguimiento y evolución de los resultados obtenidos, algo que pese a sr obvio no siempre ha sido tan evidente, y mucho menos en áreas ambientales, donde la medición es más reciente de lo que muchas veces pensamos. De esta forma, el objetivo de todo buen sistema de “big data” será siempre la obtención de un conocimiento práctico del entorno en estudio, proporcionando un análisis sencillo tanto de la situación en tiempo real como de su evolución a futuro, detectando patrones de comportamiento y proporcionando escenarios de caracterización del entorno que permitan un análisis sencillo y efectivo de riesgos y oportunidades, así como la generación de predicciones. Comprobará el lector que aquí no hablamos del tamaño de los datos, porque realmente en el “big data” realmente el tamaño no importa, lo que importa es la forma en la que planteamos su captura, gestión y estudio, siendo este el verdadero espíritu.

Tania Tureo J. - Maria Paz Vargas M.- Anain Hueico S. -  Camila Matamala A.

Estudiantes Fonoaudiología y Derecho

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